Buenas tardes, a todos los aquí congregados.
Quiero agradecer la oportunidad, que como representante del AMPA Vientos del Trevenque, de nuestro Instituto de Educación Secundaria Trevenque de La Zubia, se me da en este acto, para trasladar el sentir de madres y padres.
Buenas tardes, alumnos y alumnas de 2º de Bachillerato de la promoción-curso 2011-2013 del Instituto de Educación Secundaria Trevenque.
Os transmito a vosotros, nuestros bachiller, mi más sincera enhorabuena, en nombre de la asociación de madres y padres a la que represento.
Quiero felicitaros, por haber alcanzado este logro. El esfuerzo ha merecido la pena y, este momento con el que todos soñabais, por fin se ha hecho realidad.
Sois el motivo que nos reúne aquí a tanta gente, a tanta gente que os quiere, para compartir la alegría de vuestro éxito.
Nosotros, todos nosotros, vuestros padres y madres, sabemos que podéis conseguir que vuestros sueños e ilusiones se hagan realidad.
Hoy es un día muy especial para todos los aquí presentes, es uno de esos días tan anhelados y que después se recuerda con mucha nostalgia. Hoy 28 de mayo del 2013 termina una etapa de vuestras vidas muy importante para todos, habéis finalizado vuestra época en el instituto. Juntos habéis podido afrontar los problemas que se os presentaron, y es por eso que estáis cumpliendo con la meta que os propusisteis cuando iniciasteis vuestra andadura en el instituto que es vuestra graduación como bachiller, entre una combinación como alegría y nostalgia.
Alegría porque habéis cumplido con el propósito de graduaros y nostalgia porque se os va la gran época del instituto. Habéis compartido alegrías, tristezas, desafíos y sobre todo triunfos.
Este no es el fin, es el comienzo, no es la meta final, es sólo una etapa más.
A partir de ahora, iniciáis una nueva etapa, la formación que habéis recibido, la lleváis con vosotros y, os aportará los instrumentos, las herramientas, para vuestro desarrollo humano y, para construir un mundo mejor.
Vosotros seréis en el futuro responsables de dar continuidad o no al modelo de mundo en el que vivimos y, es ahora cuando estáis decidiendo desde que sector profesional queréis hacerlo.
El mundo, la realidad, ese torrente de acontecimientos que suceden a nuestro alrededor, están ahí; pero no siempre nos damos cuenta de que están ahí. El filósofo español José Ortega y Gasset decía al definir al hombre y al definirse a sí mismo “Yo soy yo y mis circunstancias”.
Hoy, sin embargo, hay una tendencia tan marcada al individualismo, a un exceso de yoísmo, totalmente centrado en sí, que hace que se vea la realidad como algo ajeno, distante, extraño, como si no fuera parte de vuestro propio ser Es fácil vivir lejos de la realidad. Al menos, lejos de la gran realidad. Abrid vuestros ojos a la gran realidad y trabajad por mejorarla.
Vosotros sois graduados no para vosotros mismos, vosotros sois graduados para los demás. Vosotros sois graduados para construir bien vuestras familias y hacer felices de verdad a las personas que os rodean; vosotros sois graduados para ser profesionales competentes, rectos, prudentes, decentes, honrados, pulcros, dignos, nobles. Vosotros sois graduados para ser mejores personas, mejores seres humanos, mejores ciudadanos, mejores habitantes de este planeta que tanto nos necesita.
Porque aún os quedan muchas cosas por compartir.
Todos habéis trabajado con responsabilidad, constancia y firmeza en la consecución del objetivo.
En vuestro centro ha quedado grabada vuestra huella: toda la energía positiva que cada uno de vosotros transmitís, vuestras risas, vuestras alegrías, vuestra solidaridad.
Sabed con seguridad que todos nosotros: madres y padres, familiares, profesores y profesoras, personal del centro, amigos y amigas, alumnos y alumnas compañeros que aún no han terminado sus estudios os guardamos el mayor de los cariños.
Este acto es un vínculo que nos une. Un vínculo con el pasado. Con los días pasados en el instituto. Con lo aprendido. Un vínculo con vuestro futuro.
Queridísimos padres y madres, enhorabuena, de todo corazón, después de los desvelos, sacrificios, madrugones, las ilusiones que teníais puestas en vuestros hijos o hijas, todos estos años, al final vemos que, un día como éste se hacen realidad.
Y mañana y, el siguiente día y, todos los días de vuestras vidas seguiréis apoyándolos. Así lo haréis con el reto venidero que comienza el próximo curso.
La familia debe ser el pilar básico y eje central en la formación de la persona.
En el día a día que nos rodea en la actualidad, ahora más que nunca, debemos transmitir valores como la solidaridad, el compañerismo, el esfuerzo, el trabajo y la constancia. Hemos de hacer acopio de todas nuestras fuerzas, crecernos ante las adversidades, para educar a nuestros hijos e hijas y participar en su formación como objetivo principal e inequívoco.
La gente suele pensar que quien ha recibido educación es necesariamente mejor. Tal vez por eso se habla tanto de educación y quizá, por esa misma razón, muchos madres y padres creen que la mejor herencia que pueden dar a sus hijos es la educación. Pero lamentablemente no siempre la educación nos hace mejores. La educación no nos hace mejores, si nosotros no nos comprometemos de corazón a ser mejores.
Por su felicidad nosotros, los adultos, madres y padres, estamos dispuestos a hacer todos los sacrificios. Hubiéramos querido que al graduarse salieran a un mundo maravilloso; a una sociedad en paz, segura, próspera, plena de oportunidades. Les hemos fallado. Os entregamos una sociedad con graves problemas económicos y de desempleo y, lo más grave quizás, desorientada.
Estoy seguro que la mayoría están pensando en este instante que ellos no fallaron. Que los que fallaron fueron otros. Precisamente ahí está el comienzo del problema: creer que en el manejo de nuestra sociedad nosotros somos sólo observadores marginales, que podemos dedicarnos a nuestros negocios y actividades profesionales sin involucrarnos en la orientación de nuestra sociedad.
La finalidad del sistema educativo ha de ser la mejora de los rendimientos escolares, con el propósito de favorecer el éxito escolar y favorecer el aprendizaje, mejorando de esta forma el nivel de formación e instrucción. Todos madres y padres, profesorado debemos comprometernos en la mejora del rendimiento escolar.
Hay que poner en valor las actuaciones del centro, el clima de convivencia y la implicación de las familias.
Queridos profesores y profesoras, enhorabuena y, muchas gracias por el trabajo bien hecho.
El profesor es protagonista necesario e imprescindible en la educación de nuestros hijos e hijas.
Reconocer y agradecer el trabajo realizado, no sólo como docentes responsables de su cualificación, sino también como educadores competentes en la construcción de mejores personas y, quienes sin duda, hoy debéis sentir esa paz, sosiego y tranquilidad que transmite la percepción del trabajo bien hecho. A todos vosotros profesoras, profesores y, equipo directivo del centro, gracias por vuestro esfuerzo.
Vemos aquí delante de nosotros, un año más el fruto de vuestro trabajo, de vuestro esfuerzo, en la formación académica y humana de todos estos jóvenes; para los que hoy, termina un ciclo importante en sus vidas.
Ellos continuaran la senda que les habéis mostrado en estos años, un camino de esfuerzo, de lucha, de sacrifico, de constancia, de sabiduría.
Es grande el orgullo que hoy sentimos todos, al comprobar que el árbol del esfuerzo, ha dado su fruto.
Queridos alumnos y alumnas, que hoy obtenéis el título que confirma vuestra graduación como bachilleres del Instituto de educación secundaria Trevenque de La Zubia.
Solo os digo una cosa, siempre, siempre, siempre, recordad estas palabras: CREED EN VOSOTROS MISMOS, NO OS RINDÁIS NUNCA.
Muchas gracias y buena suerte.
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